EL DÍA QUE LA JUSTICIA DE LOMAS PARECE HABER PERDIDO LA CABEZA

PEDIDO DE NULIDAD SIN DESPACHO, CITACIÓN A ÚLTIMA HORA Y HASTA UNA DENUNCIA A LA LETRADA DE CORREPI QUE LLEVA LA DEFENSA EN LA CAUSA INICIADA CONTRA UNA VECINA DE LOMAS DE ZAMORA CON DISCAPACIDAD MOTRIZ POR RECLAMAR MEJORAS PARA EL BARRIO

Esta mañana en pleno tribunales de Lomas de Zamora la justicia parece haber perdido la cordura, ya no sólo se le imputa una causa a una vecina por reclamar la intervención de funcionarios municipales en el drama ambiental y sanitario que el barrio de Ingeniero Budge padece hace años, sino que además se le inicia una causa a la letrada a cargo de la defensa de la misma.

Ante un escenario que día a día parece escaparse a toda lógica vale la pena tratar de repasar un poco, hacer un recuento de lo sucedido a la fecha en la causa que, bajo el número 07-00-019877/2009, actualmente se encuentra en la UFI Nº 3 a cargo del fiscal Héctor Toneguzzo.

La Misma fue iniciada en octubre del 2009, luego de una protesta vecinal realizada el 30 de marzo de ese año en las inmediaciones de Camino Negro y Baradero, donde cerca de un centenar de vecinos se habían congregado para manifestar el estado de abandono en que barrio entero se encontraba, debido a la carencia de equipamiento urbano alguno, así como el aislamiento producido en la zona por la interrupción del trasporte público, dado el calamitoso estado de la principal vía de acceso al barrio. Así es como los vecinos, en una muy última instancia, luego de la reiterada negativa del secretario de Obras y Servicios Públicos Julio Massara de recibirlos o atender el reclamo, decidieron hacer público su reclamo, cortando el transito por aproximadamente una hora, sosteniendo el pedido de Obras de desagüe, saneamiento y pavimentación del barrio. Tiempo más tarde se le imputó a una de las vecinas con discapacidad motriz, debido a una artritis reumatoidea, una causa por obstrucción al transito a partir de la identificación “positiva” realizada por un oficial de policía.

La vecina en cuestión, Dora Oviedo, ha padecido en repetidas ocasiones la reagudización de su enfermedad debido a una situación que a sus ojos no encuentra explicación, no sólo por lo actuado hasta ahora, sino por el maltrato y las arbitrariedades de las que fue objeto ya desde el inicio mismo de la causa dónde se la cita a una testimonial, a la que concurre de buena fe solo acompañada de su marido debido a su discapacidad, a partir de lo que, sin mediar explicación alguna fue conducida para ser fichada. Fotos las cuales, luego fueron utilizadas para compararlas con las extraídas por personal policial de civil que se encontraba entre los vecinos registrando lo que acontecía.

Prácticas todas estas que parecen alejadas o superadas en el tiempo pero que evidentemente persisten enquistadas en algunos enclaves del sistema judicial argentino y que hoy, en pleno estado de derecho, muestran a destajo su vigencia lamentable.